1980-1989
La final de la temporada 1982/83 enfrentó al Hamburgo SV y a la Juventus FC en el Estadio Olímpico de Atenas y fue la primera tras seis años sin la presencia de equipos ingleses. Sin embargo, en la temporada siguiente el Liverpool FC volvió a ganar el trofeo, esta vez en la tanda de penaltis ante la Roma, el equipo que jugaba en casa aquella final, ya que se disputó en el Estadio Olímpico romano.
El 29 de mayo de 1985 se disputó la final ente la Juventus FC, quien venía de ganar la Copa de la UEFA de 1977, la Recopa y Supercopa de Europa de 1984 (ésta última frente al mismo Liverpool FC) y el Liverpool FC. El equipo inglés llegaba a la final un año después, aunque al final se impuso el equipo italiano con un gol de Michel Platini. Ese día, antes del partido, se produjo una tragedia provocada por una avalancha de hooligans ingleses provocó el derrumbe de una de las paredes del Estadio de Heysel, en Bruselas. El incidente causó 39 víctimas mortales, 34 de las cuales eran seguidores italianos de la Juventus. La Tragedia de Heysel, como se conoce a ese desafortunado suceso, supuso el destierro de los clubes ingleses de las competiciones europeas durante cinco años, y al Liverpool FC durante 10 años, aunque al final solo estuvo seis años sin poder participar en Europa.
Michel Platini impulso a la Juventus hacer campeón en 1985.
En la temporada 1985/86 se enfrentaron en la final el Steaua de Bucarest, equipo que llegaba por primera vez a una final, y el FC Barcelona, club que nunca había ganado la Copa de Europa. La final se jugó en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla. El título cayó en manos del equipo rumano en la tanda de penaltis, en la que el portero rumano Helmuth Duckadam estableció un récord histórico al detener 4 lanzamientos de penalti seguidos.
Los dos siguientes años tuvieron dos inesperados campeones: el FC Porto, que venció en la final del Praterstadion de Viena al Bayern de Múnich en un partido en el que el conjunto alemán era favorito y en el que lo más destacable fue el gol de tacón del argelino Rabah Madjer; y el PSV Eindhoven, que venció en la final de 1988 al SL Benfica en la tanda de penaltis en la que fue la cuarta de las cinco finales perdidas por el equipo lisboeta. La final se disputó en el Neckarstadion de Stuttgart.
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